En una entrada previa comentamos el caso de una paciente que consultó por la aparición de una masa en el trapecio derecho y que motivó repetidos diagnósticos de contractura cervical.
Una vez ingresada se procedió al estudio diagnóstico. La primera biopsia orientó las sospechas a un tumor mesinquematoso y se estableció el diagnóstico de sarcoma mixoide con lo cual la paciente fue sometida a una cirugía de extirpación completa.
El informe definitivo de anatomía patológica fue compatible con sarcoma miofibroblástico. Se realizó una segunda intervención quirúrgica en la que se ampliaron los bordes quirúrgicos previos. La paciente presentó linfoadenomegalias cervicales que resultaron ser inflamatorias y la según biopsia informó bordes quirúrgicos libres de enfermedad, no obstante en la actualidad se encuentra recibiendo ciclos diarios de radioterapia local.
Los datos a resaltar de este caso son:
- La consulta repetida por contractura muscular, si esta ha sido correctamente tratada, debe desviar al clínico a la sospecha de patología no mecánica.
- Establecida la sospecha de una masa en partes blandas se debe perseguir la realización de una prueba de imagen en especial aquellas capaces de: delimitar la lesión, determinar su morfología y establecer su nivel de perfusión.
- Ante una sospecha razonable de tumores de estirpe mesenquimal en partes blandas se deben encaminar esfuerzos diagnósticos a corto plazo, siendo la hospitalización la mejor decisión cuando el sistema no permite estudios rápidos ambulatorios.
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