domingo, 25 de marzo de 2012

Osteoartrosis erosiva

La osteoartrosis erosiva, correctamente conocida como osteoartritis erosiva (OAE) fue descrita por primara vez por Peter et al en 1996. Se trata de una patología infrecuente que se presenta en ancianos y que puede confundirse con la Artritis Reumatoide (AR), Artritis psoriasica (APso) y artritis microcristalina (AM).

Epidemiológicamente, la OAE se considera una enfermedad rara. Mientras que la osteoartrosis se pued diagnosticar en un 70% de la población mayor de 65 años, la OAE se presenta en alrededor del 5% de este mismo grupo de edad, aunque Anandarajah et al publicó una serie con hasta un 15% de OAE. Es especialmente prevalente en el sexo femenino, después de la menopausia (12:1). El diagnóstico de OAE en pacientes jóvenes es anecdótica.

El cuadro clínico se suele circunscribir a las manos. En algunas revisiones la OAE ha sido llamada la OAE de las manos. Afecta especialmente a las IFD y con menos frecuencia, pero en el mismo paciente, a alguna IFP especialmente del 2º o 3º dedo. El compromiso articular radiográfico consiste en la presencia de erosiones en ambas vertientes articulares y formación de geodas asociado casi siempre a la presencia de proliferación ósea. Los pacientes con OAE también presentan rigidez matutina, durante al menos una hora, de los dedos de las manos y la afectación de los dedos suele ser simétrica. La nodulosis de Heberden y Bouchard es frecuente también. La subluxación distal tampoco es infrecuente. Se ha descrito afectación de los dedos de los pies y se estima que es más prevelante de lo que inicialmente se pensaba. La afectación de carpos, codos u otras articulaciones son excepcionales. La evolución del cuadro es más rápida que una artrosis convencional. Los episodios de dolor condicionan la actividad física y las progresivas deformaciones producen pérdida de la funcionalidad.

Radiológicamente se identifica proliferación marginal y erosiones centrales (que da el aspecto de "alas de gaviota" a las IFD) así como esclerosis subcondral, gran estrechamiento del espacio articular e incluso fusión de las superficies articulares. McKendry et al en 1985 identificó estos hallazgos y añadió el que quizás sea el más importante: la robusta osteofitosis marginal de las IFP que suele distinguir el cuadro de una AR o una APso y que aunque se pueden observar en las IFD son más características a nivel de las IFP.

Analíticamente la OAE no cursa con elevación significativa de los reactantes de fase aguda. Como es esperable el factor reumatoide y los anticuerpos anticitrulina son negativos. Desde el punto de vista analítico la OAE no tiene un patrón positivo característico.

Diagnóstico
No existen criterios diagnósticos vigentes. A continuación exponemos una propuesta que plantea Anandarajah basandose en la definición ACR de osteoartrosis y a los hallazgos radiológicos y analíticos antes señalado.

Propuesta de criterios diagnósticos de OAE.
•  OA de manos basada en los criterios ACR.
•  Erosiones en al menos 2 IF de las que al menos una debe ser IFD.  
•  FR (-) y/o  aCCP (-)
•  Ausencia de historia familiar y personal de psoriasis.
•  Ausencia de historia de gota o pseudogota que haya afectado las manos.
º  Presencia de erosiones subcondrales centrales.
º  PCR normal o cercana a la normalidad.
º VSG normal o cercana a la normalidad.
Nota: Los dos primeros criterios son escenciales. Los tres últimos añaden especificidad al diagnóstico.

Tratamiento
El control de los síntomas en las fases iniciales se puede realizar con analgésicos de primer escalón OMS o AINEs. Dado que nos encontramos frente a pacientes mayores de 65 años, el uso de AINEs de forma prolongada puede resultar contraproducente.
 
Robetta et al y Verbuggen et al realizaron sendos ensayos clínicos controlados con placebo, doble ciego probando el uso del condroitin sulfato en estos pacientes. Aunque demostraron una reducción significativa en los síntomas y en la aparición de erosiones los criterios diagnósticos no fueron suficientemente explícitos. En la actualidad el papel del condroitin sulfato en la OAE permanece en estudio.

Belhorn et al, en una revisión sistemática de 1993 no encontró datos que sustenten el uso de Metotrexate. Las sales de oro tampoco tienen un respaldo sólido para esta indicación.

Bryant et al. en 1995 y Punzi et al. en 1996 publicaron estudios separados que respaldan el uso de hidroxicloroquina en pacientes con OEA. Las propiedades inhibitorias sobre la fosfolipasa lisosomal A, IL-1 e IL2 y su buena tolerabilidad así como la reducción de síntomas y la disminución en la aparición de nuevas erosiones, colocan a la hidroxicloroquina como el tratamiento de elección, actualmente vigente en este cuadro.

En la actualidad contamos con series de casos de pacientes con OEA tratados con terapia biológica. Hay resultados esperanzadores con Anakinra, Infliximab y Adalimumab. Probablemente sea el anti-IL1 el que más haya sido estudiado y que a la fecha mejores resultados ha presentado. No obstante ello, el uso de biológicos en OEA no está incluido aún en ninguna de sus fichas técnicas.

Referencias 
  1. Peter JB, Pearson CM, Marmor L. Erosive osteoarthritis of the hands. Arthritis Rheum 9:365-88, 1966.
  2. Anandarajah AP, Thiele RG, Monu J. Erosive osteoarthritis is a progressive disease that commonly affects the feet. Arthritis Rheum 60(10):S71, 2009.
  3. Belhorn LE, Hess EV. Erosive osteoarthritis. Semin Arthritis Rheum 22:298-306, 1993.
  4. Benito MJ, Veale DJ, Fitzgerald O, van den Berg WB, Bresnihan B. Synovial tissue inflammation in early and late osteoarthritis. Ann Rheum Dis 64:1263-7, 2005.
  5. Ehrlich GE. Erosive osteoarthritis: presentation, clinical pears and therapy. Curr Rheum Rep 3:484-8, 2001.
  6. Greenspan A. Erosive osteoarthritis. Semin Musculoskelet Radiol 7:155-9, 2003.
  7. McKendry RJ. Nodal osteoarthritis of the toes. Semin Arthritis Rheum 16:126-34, 1985.
  8. Ostergaard M, Peterfy C, Conoghan P, McQueen F, Bird p, Ejbjerg B, Klarlund M, Shnier R, Genant H, Emery P, Edmonds J. OMERACT Rheumatoid Arthritis Magnetic Resonance Imaging Studies. Core set of MRI acquisitions, joint pathology definition and the OMERACT RA MRI scoring system. J Rheumatol 30:1385-6, 2003.
  9. Punzi L, Bertazzola N, Pianon M, Michelotto M, Todesco S. Soluble interleukin-2 receptors and the treatment with hydroxychloroquine in erosive osteoarthritis. J Rheumatol 23:1477-8, 1996.
  10. Punzi L, Ramonda R, Sfriso P. Erosive osteoarthritis. Best Pract Res Clin Rheumatol 18(5):739-58, 2004.
  11. Rovetta G, Monterforte P, Molfetta G, Balestra V. Chondroitin sulfate in erosive osteoarthritis of the hands. Int J Tissue React 24:29-32, 2002.
  12. Rovetta G, Monterforte P, Molfetta G, Balestra V. A two-year study of chondroitin sulfate in erosive osteoarthritis of the hands: behavior of erosions, osteophytes, pain and hand dysfunction. Drugs Exp Clin Res 30:11-6, 2004.
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  17. Verbruggen G. Chondroitin sulfate in the management of erosive osteoarthritis of the interphalangeal joints. Adv Pharmacol 53:491-505, 2006.

4 comentarios:

  1. Me encontraron osteiartritis erosiva en las manos inter falaguiodistales del primero segundo tercero y quinto dedos con irregularidad sup articulare formacion de osteofito marginanes morfologia Alas de Gavioltas con mucho dolor esto me ayudo aclarar mi diagnostico gracias fue muy importante .,

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  2. Estimado lector.
    Me alegra que esta breve entrada haya contribuido a resolver sus dudas. Puntualmente, los clínicos tienen dificultades para dar amplias o suficientes explicaciones sobre los diagnósticos que realizamos. Si este blog permite absolver alguna duda, bienvenido sea.

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  3. Gracias por su aporte, padezco de AE desde hace años, ya tengo comprometidas todas las articulaciones distale, y rizartrosis de pulgar, Pregunto. puede ser que ahora comience en el codo, ?

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  4. Estimado lector. Si bien la AE se presenta fundamentalmente en las manos, en estadios avanzados puede llegar a comprometer el codo. Característicamente, la zona que se suele afectar en los primeros lugares es la cara posterior y más concretamente la región conocida como la apófisis olecraneana.
    No obstante, hay que tener presente que el dolor en codo puede ser debido a otras muchas patologías por lo que siempre será interesante que sea valorado por un especialista.

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