La tradicional asociación entre LES y osteoporosis se justifica por la exposición a factores de riesgo habituales como la escasa actividad física, el uso de corticoides, la inflamación activa crónica y las alteraciones biomecánicas. A eso se suma la limitada exposición solar que se suele recomendar a estos pacientes y que añaden una disminución de los niveles del 25(OH)-Vitamina D.
Considerando que el 90% del pico óseo se alcanza al término de la adolescencia, los pacientes pediátricos con LES requieren una mayor atención del seguimiento de la densidad mineral ósea.
Al respecto, Lim y colaboradores han publicado un estudio longitudinal para identificar los factores predictores de la evolución de la masa ósea.
Para ello incluyeron a 68 pacientes, con una media de edad al diagnóstico de 13.1 años, de los que el 84% fueron mujeres. Se realizaron tres densitometrías separadas aproximadamente por un año. La media de las puntuaciones z de las DMO de columna lumbar de los pacientes disminuyó a lo largo del tiempo: -0.42 en la primera, -1.02 en la segunda y -1.11 en la tercera.
En el primer año, un 9% de los pacientes presentaron una densidad ósea baja definida como z<-2.0. Al término del seguimiento este porcentaje alcanzó el 19%.
Los autores hicieron uso de un modelo de regresión lineal para determinar una trayectoria de deterioro de la DMO de -0.06 puntos del score z/año. Dicho análisis demostró que la predicción de deterioro de la DMO se puede establecer en función del estado de desarrollo puberal al diagnóstico, la exposición a corticoides y el valor DMO z inicial.
Se han realizado estudios descriptivoc previos que han demostrado una menor DMO en pacientes pediátricos con LES sin embargo este trabajo es el primero que establece un patrón predictivo de deterioro de la DMO. De acuerdo con los resultados de este estudio se extrae que el deterioro de la DMO en pacientes pediátricos con LES se puede dividir en dos grupos: Los pacientes púberes que al diagnóstico presentan una z baja y aquellos que al momento del diagnóstico son prepúberes. El grupo de pacientes púberes al diagnóstico es que presenta una treyectoria de deterioro de la DMO más importante. Estos resultados, que podrían ser dificilmente comprensibles podrían explicarse por factores hormonales condicionantes de la fisiología de la masa ósea.
La exposición a corticoides merece una valoración meditada. Por una parte, la cuantificación de las dosis acumuladas son una limitación para los estudios científicos debido a que las dosis utilizadas varían en el tiempo, se utilizan escalas descendentes e incluso dosis intermitentes. La impresión de los autores es que la dosis de corticoides no es tan importante como el tiempo de utilización sostenida sin embargose requiere un diseño específico para sostener dicha opinión. Más importante aún es la consideración de que el uso de corticoides es secundaria a incrementos en la actividad de la enfermedad por lo que el detrimento de la densidad mineral ósea de los pacientes puede deberse tanto al conocido efecto de los corticoides como a la propia actividad inflamatoria de la enfermedad.
Referencia
Lim LSH,
Benseler SM, Tyrrell PN, Harvey E, Herbert D, Charron M, et al. Predicting
longitudinal trajectory of bone mineral density in paediatric systemic lupus
erythematosus patients. Ann. Rheum. Dis. 2012 oct;71(10):1686–91.
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