La radiografía muestra la proyección anteroposterior de las manos de un paciente varón de 28 años con historia de artritis a repetición en manos, codos, rodillas y pies de alrededor de 10 años de evolución.
En la exploración física presenta tofos en todas las localizaciones señaladas.
Fue diagnosticado de gota hace 2 años y se encuentra actualmente en tratamiento con alopurinol 300 mg. Su última cifra de uricemia es de 6.1mg/dL y la más antigua de 11.2mg/dL. El paciente reconoce que desde el inicio del tratamiento el volumen de los tofos se ha reducido.
En la imagen se aprecia el aumento de partes blandas en varias articulaciones de los dedos así como lesiones "en sacabocado".
De acuerdo con Nguyen et al (Scand J Rheumatol. 2010;39[1]:93-6), los tofos son los gestores de las lesiones líticas óseas promoviendo la actividad osteoclástica e inhibiendo a los osteoblastos. De hecho el término fractura tofácea se aplica a aquellas soluciones de continuidad ósea que se producen en un hueso lesionado por un tofo. ¿Podría considerarse el uso de bifosfonatos en el tratamiento de estas lesiones?
De acuerdo con Nguyen et al (Scand J Rheumatol. 2010;39[1]:93-6), los tofos son los gestores de las lesiones líticas óseas promoviendo la actividad osteoclástica e inhibiendo a los osteoblastos. De hecho el término fractura tofácea se aplica a aquellas soluciones de continuidad ósea que se producen en un hueso lesionado por un tofo. ¿Podría considerarse el uso de bifosfonatos en el tratamiento de estas lesiones?
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