FORMAS CLINICAS Y CORRELATO HISTOPATOLOGICO
Las formas clínicas de enfermedad
pulmonar intersticial en la dermatomiositis pueden clasificarse en tres
distintos grupos: Enfermedad aguda, enfermedad progresiva y enfermedad
asintomática. Esta definición general propuesta por Marie et al(1) obedece a una visión exclusivamente
clínica que permite clasificar la gravedad por su forma de aparición.
La enfermedad aguda es el
equivalente a la Neumonitis Intersticial Aguda (NIA) que a su vez es sinómino
del síndrome de Hamman-Rich(1,2). La histopatología de la NIA, se
corresponde con el patró de Daño Alveolar Difuso (DAD) que habitualmente se ve
en el síndrome de distrés respiratorio del adulto (ARDS) y del que no se puede
establecer una distinción histopatológica. El patrón DAD se compone de dos
estadios, el primero conocido como exudativo es visible predominantemente en la
primera semana de la injuria pulmonar y se caracteriza por la presencia de
edema intraalveolar, formación de membranas hialinas e hiperplasia de los
neumocitos tipo II, hemorragia intraalveolar e infiltrado intersticial de
células inflamatorias mononucleares. Un
segundo estadio se produce después de la segunda semana de la injuria, se
denomina fase proliferativa y se caracteriza por una florida proliferación
fibroblástica tanto en el intersticio como en los espacios alveolares. También
se aprecia hiperplasia de los neumocitos tipo II con cierto grado de atipia
nuclear así como la presencia de trombos en arterias pequeñas y metaplasia
escamosa en el epitelio bronquiolar.(2)
El segundo grupo o enfermedad
progresiva se corresponde a la Neumonía intersticial subaguda (NISA). La
diferenciación clínica se basa exclusivamente en el tiempo de desarrollo del
cuadro: La NIA se define antes del primer mes mientras que la NISA entre el
primer y tercer mes (3). Mientras que la NIA presentaba la
histopatología del DAD, las NISA pueden presentar tres tipos distintos de
presentación histológica: Neumonía organizada con bronquiolitis obliterante
(BOOP), la neumonía intersticial usual (UIP) y la neumonía intersticial no
específica (NSIP). La histología de la NSIP es muy similar al DAD diferenciándose
en la abundante presencia de colágeno en las zonas de fibrosis. Para
diferenciar la BOOP del DAD hace falta un estudio global del tejido. Mientras
que en el DAD los hallazgos se pueden ver a lo largo de todo el tejido, en el
caso de la BOOP el daño es parcheado y especialmente peribronquiolar. La UIP se caracteriza por un patrón fibrótico
homogéneo que no varía en el tiempo. Es importante destacar que en pacientes
sometidos a ventilación mecánica con altos flujos de oxígeno la apariencia
histológica del DAD puede ser indistinguible con la UIP.(2) Merece mención que la neumonía organizada
criptogénica (COP) es un término que se suele intercambiar por la BOOP.
Realmente se trata del mismo proceso histopatológico pero que se presenta en
situaciones donde no subyace una enfermedad identificada(4) por lo tanto su uso como forma de
afectación pulmonar de la DM es inapropiada.
El tercer grupo de pacientes está
constituido por aquellos que no presentan ningún síntoma respiratorio –y que
oscila entre el 22% y 25% de los casos de PM/DM pero que cursan con los
hallazgos radiológico típicos de la enfermedad: Micronódulos parenquimatosos,
opacidades lineales, irregularidad entre las interfaces de la pleura periférica
y el parénquima pulmonar, opacidades en vidrio deslustrado, panalización,
bronquiectasias y bronquiolectasias.(1,5)
ALTERNATIVAS DE TRATAMIENTO
La EPI en la DM supone un factor
de mal pronóstico en si mismo. Como hemos visto en una entrada previa, el
hallazgo histológico del DAD deteriora el pronóstico.
Los niveles de CPK en los
pacientes con DM/ILD suelen ser menores que en la PM/ILD. Incluso se han
reportado niveles de CPK normales en pacientes con ILD grave en el seno de una
DM. Fusjisawa y colaboradores establecieron una asociación entre niveles bajos
de CPK y mala respuesta a corticoides en ILD(6). Esta asociación parece contradecir las
observaciones hechas por el grupo de Nawata y Kurasawa(7) en las que proponen los pulsos de
prednisolona como terapia de primera línea en el manejo de la ILD. Si bien es
cierto, en la serie que publicó este último grupo, hubo una respuesta favorable
en pacientes con PM/ILD sin embargo sólo uno de sus pacientes con DM/ILD se
benefició de este tratamiento. En la actualidad, la terapia con corticoides
solos a dosis altas o pulsos de prednisolona parecen tener más probabilidades
de éxito en pacientes con PM/ILD, formas histológicas BOOP o NSIP y en formas
clínicas AIP.(1,8)
En la actualidad dos estudios
grandes respaldan el uso de ciclosporina en pacientes con DM/ILD especialmente
en los casos de NIA. Kameda y colaboradores(9) publicaron una serie de más de 100
pacientes con DM, de los que 27 desarrollaron ILD. Sus resultados muestran un
incremento en la supervivencia del 25 al 50% al utilizar una terapia combinada
de PDL 0,5 mg/Kg/día + 10-30 mg/Kg de Ciclofosfamida IV cada 3-4 semanas y 2-4
mg/Kg/día de Ciclosporina A (administrada oralmente salvo dificultades de
ingestión). El más reciente estudio que avala el uso de Ciclosporina A es del
grupo de Kotani y colaboradores(8), quienes en 2011 publicaron una serie de
14 casos tratados con PDL 1mg/Kg/día + 4mg/Kg/día de ciclosporina (IV u oral).
Ellos demostraron una mejoría radiológica y de las pruebas respiratorias con
significado estadístico y reportaron un único caso de fallecimiento tras 2 años
de seguimiento.
En cuanto a otras terapias como
el uso de inmunoglobulinas o Rituximab, ya las hemos abordado en entradas
previas.
REFERENCIAS
- Marie I, Hachulla E, Chérin P, Dominique S, Hatron P-Y, Hellot M-F, et al. Interstitial lung disease in polymyositis and dermatomyositis. Arthritis Rheum. 2002 dic 15;47(6):614–22.
- Bouros D, Nicholson AC, Polychronopoulos V, du Bois RM. Acute interstitial pneumonia. Eur. Respir. J. 2000 feb;15(2):412–8.
- Hiro Kuroda, Hiroshi Morinaga, Chikage Satoh, Akira Miyata, Katsutoshi Sunami. Clinical study of 10 cases of acute or subacute interstitial pneumonia associated with dermatomyositis. Mod. Rheum. 2003;13:313–8.
- Geddes DM. BOOP and COP. Thorax. 1991 ago;46(8):545–7.
- Hirakata M, Nagai S. Interstitial lung disease in polymyositis and dermatomyositis. Curr Opin Rheumatol. 2000 nov;12(6):501–8.
- Fujisawa T, Suda T, Nakamura Y, Enomoto N, Ide K, Toyoshima M, et al. Differences in clinical features and prognosis of interstitial lung diseases between polymyositis and dermatomyositis. J. Rheumatol. 2005 ene;32(1):58–64.
- Nawata Y, Kurasawa K, Takabayashi K, Miike S, Watanabe N, Hiraguri M, et al. Corticosteroid resistant interstitial pneumonitis in dermatomyositis/polymyositis: prediction and treatment with cyclosporine. J. Rheumatol. 1999 jul;26(7):1527–33.
- Kotani T, Takeuchi T, Makino S, Hata K, Yoshida S, Nagai K, et al. Combination with corticosteroids and cyclosporin-A improves pulmonary function test results and chest HRCT findings in dermatomyositis patients with acute/subacute interstitial pneumonia. Clin. Rheumatol. 2011 ago;30(8):1021–8.
- Kameda H, Nagasawa H, Ogawa H, Sekiguchi N, Takei H, Tokuhira M, et al. Combination therapy with corticosteroids, cyclosporin A, and intravenous pulse cyclophosphamide for acute/subacute interstitial pneumonia in patients with dermatomyositis. J. Rheumatol. 2005 sep;32(9):1719–26.
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