jueves, 26 de julio de 2012

¿Podemos predecir un brote de AR en paciente en remisión?

En el número de Julio del ARD, Saleem y colaboradores han publicado un estudio para determinar que factor o factores se asocian a un brote en pacientes con AR en situación de remisión y por otro lado, darle un valor a las implicaciones que tienen estos brotes en la evolución de la AR.

Es de reconocer que el objetivo del tratamiento de la AR es que el paciente alcance una remisión completa y que ésta sea duradera. En ese sentido, los autores del estudio realizaon un diseño prospectivo analizando la situación clínica, analítica y de imagen de los pacientes con AR en remisión y analizando qué parámetros se asociaron anticipadamente a la aparición de un brote.

Los pacientes fueron considerados como en remisión según el criterio de sus clínicos, exigiendo para su inclusión al menos 6 meses sin brotes. Todos ellos se encontraban en tratamiento con FAMEs sin haber este sido modificado en los últimos 6 meses. Se enrolaron 93 pacientes consecutivos. Todos ellos se siguieron cada 3 meses y en cada valoración se realizó una determinación de articulaciones dolorosas, tumefactas, EVA del estado general, HAQ, RAQol, DAS y ASDAI. Además en cada valoración se aplicaron los criterios de remisión ACR81 y ACR/EULAR 2010. En cada valoración se realizó también una ecografía de las articulaciones MCF y carpianas de la mano dominante.
El perfil medio de pacientes fue de 67% de sexo femenino, 7 años de media de evolución y 56,5 años de media de edad.

Realizado el estudio de asociación no se encontró significativa asociación entre ninguna de las características demográficas, ni analíticas. Por otro lado, las únicas variables con las que se demostró asociación con la aparición de un brote fue el cambio por cada 0,1 de HAQ-DI y por unidad del RAQol (OR 1,27 y 1,10 respectivamente). La presencia de señal power doppler se asoció fuertemente a la aparición de un brote con un OR de 4,08 y una p<0,0014 independientemente del número de articulaciones positivas; sin embargo cada una de ellas aportó un OR de 1,43 (1,01 a 2,02) con p=0,044.
Por otro lado se evaluó el desenlace evolutivo de los paciente que habían tenido brotes comparado con aquellos que se mantuvieron en remisión. Se identificó un empeoramiento del DAS28 (OR 2,90 vs 2,26) y del HAQ (0,412 vs 0,322).

Al parecer el valor de este estudio radica en que una exploración ecográfica relativamente accesible (MCF y carpor de la mano dominante) es suficientemente útil para predecir la aparición de un brote en pacientes con AR en remisión. Aunque no se evalúa ninguna intervención en este estudio, cabe pensar que actuar farmacológicamente en estos pacientes podría disminuir la probabilidad de aparición del brote y con ello evitar el deterioro de su evolución a largo plazo.

Referencia

Saleem B, Brown AK, Quinn M, Karim Z, Hensor EMA, Conaghan P, et al. Can flare be predicted in DMARD treated RA patients in remission, and is it important? A cohort study. Ann Rheum Dis. 2012 ene 8;71(8):1316–21.

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