miércoles, 17 de abril de 2013

El Diclofenaco transdérmico en el manejo de la patología mecánica del aparato locomotor periférico



Desde la década de los 70s, contamos con múltiples presentaciones de fármacos anti inflamatorios de administración tópica. Alrededor de ellos han habido opiniones controversiales múltiples.
En esta revisión nos proponemos resumir los aspectos más relevantes relacionados con el uso de diclofenaco transdérmico, aplicaciones y limitaciones terapéuticas.

Las lesiones en tejidos blandos relacionadas con la práctica deportiva, son problemas frecuentes que causan dolor y distintos grados de limitación funcional que en ocasiones pueden ser discapacitantes. Lo son también aquellas lesiones no directamente traumáticas ocasionadas por los ejercicios repetitivos producto de la actividad laboral o de vicios posturales puntuales. El tratamiento actual de estas lesiones incluye la administración de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) por vía oral, sin embargo, su uso no está exento de efectos secundarios gastrointestinales y cardiovasculares. Ello es especialmente relevante en pacientes ancianos, sujetos con enfermedad renal hipertensos o aquellos que se encuentran en tratamiento con anticoagulantes orales. La capacidad de actuación local minimizando la ocurrencia de eventos adversos sistémicos es la característica más relevante de los AINE administrados por vía tópica y el motivo por el que su uso se está extendiendo en el manejo de pacientes con patología mecánica del aparato locomotor.



Otros problemas mecánicos incluso más frecuentes son aquellos derivados de los procesos degenerativos relacionados con la osteoartritis. Este grupo de pacientes suele ser especialmente vulnerable a los efectos adversos del uso crónico de AINEs y por lo tanto una diana sensible para el uso de agentes que minimicen sus concentraciones plasmáticas permitiendo a la vez el control de los síntomas de sus descompensaciones mecánicas.


Por otro lado, los AINEs tópicos también han adquirido trascendencia en el manejo postoperatorio de determinados procedimientos quirúrgicos, como es el caso de la artroscopia de hombro permitiendo reducir la necesidad de prolongadas y altas dosis de antiinflamatorios administrados oralmente. 

En los procesos traumáticos, el objetivo del tratamiento es, fundamentalmente, el alivio del dolor mientras que en los procesos reumáticos la meta es tratar tanto la patología subyacente como la propia manifestación algésica. En el primer grupo, las lesiones deportivas representan la mayor proporción de patología musculoesquelética traumatológica de tejidos blandos. En el grupo de las enfermedades reumáticas, los procesos inflamatorios subyacentes son los responsables del síntoma algésico crónico. En ambos grupos la eficacia de los AINEs tópicos ha sido comparable al uso de AINEs sistémicos.



La efectividad de los AINE trasdérmicos depende de su penetración a través de la piel y los tejidos blandos y la concentración que alcancen en las regiones inflamadas. La ventaja de la aplicación tópica de los AINEs radica en que las concentraciones en sangre son considerablemente menores a las encontradas con los AINEs orales, minimizando el riesgo de efectos secundarios gastrointestinales y vasculares. Para conseguir ello, los AINEs tópicos deben penetrar la piel y tejidos blandos y estar presentes en la zona a tratar a una concentración suficientemente alta para tener un efecto sobre los procesos inflamatorios que causan el dolor.


La evidencia, existente, demuestra el buen control del dolor mediante el uso de AINEs tópicos en los dolores musculoesqueléticos. En líneas generales los AINEs tópicos son comparables a los AINEs administrados oralmente en el control del dolor musculoesquelético, y una menor tasa de efectos gastrointestinales y cardiovasculares. A ello hay que añadir un perfil de adherencia terapéutica auspiciado por su posología y por los escasos efectos adversos locales que produce. Aproximadamente entre 6 y 7 de cada 10 pacientes tendrán un control satisfactorio del dolor al cabo de siete días con AINEs tópicos, en comparación con 4 de los 10 tratados con placebo. La elevada respuesta en el tratamiento con placebo se debe a que la propia historia natural de las lesiones musculoesqueléticas culmina en una resolución dependiente del reposo y de los propios mecanismos reparadores del sujeto.Los efectos adversos locales en la zona de aplicación son comparables con aquellos producidos por el placebo tópico. Son efectos  leves y transitorios que ocurren en, aproximadamente, el 6% de los pacientes. Otras reacciones adversas menores fueron anecdóticas y ocurrieron con una frecuencia no superior a la de los pacientes tratados con placebo.


Predel y colaboradores estudiaron la eficacia clínica y la seguridad del parche de diclofenaco en el tratamiento tópico de las lesiones deportivas agudas contundentes de impacto. Para ello llevaron a cabo un trabajo multicéntrico, aleatorizado y doble ciego, controlado con placebo, en el que participaron 120 pacientes con lesiones traumáticas contundentes de tejidos blandos. Los pacientes incluidos eran sujetos que habían sufrido una lesión deportiva reciente. Fueron tratados aleatoriamente con parches de diclofenaco (140 mg) o de placebo (1:1) y evaluados dos veces al día el primer, segundo, tercer y séptimo día de tratamiento.. El parámetro escogido como medida del efecto del tratamiento, fue la sensibilidad producida por presión. Las medidas se tomaron dos veces al día durante los primeros 3 días después de la inclusión, y el día 7. La sensibilidad se definió como la mínima cantidad de presión (medida por una pinza calibrada, colocada en el centro de la lesión) que produjo una respuesta de inicio de dolor por parte del paciente. La variable de eficacia primaria fue el área bajo la curva de sensibilidad en los primeros 3 días. El parche de diclofenaco fue significativamente más eficaz que el parche de placebo (p<0,0001). A las 12 horas de haber iniciado el tratamiento el estímulo necesario para provocar dolor fue de 2.7 Kp/cm2 en el grupo tratado con diclofenaco contra 1.6 Kp/cm2 en el grupo placebo. Esta diferencia se incrementó a 4.5 contra 2.7 al tercer día y se mantuvo hasta el séptimo día. El efecto del tratamiento fue de 64,7 kp/h/cm2 (IC 95% 48,7 a 80,9) entre los parches de diclofenaco y de placebo. Estos resultados fueron avalados por todas las variables secundarias de eficacia. El parche de diclofenaco produjo un alivio rápido del dolor. Así se refleja en el tiempo para alcanzar la resolución del dolor en la zona de la lesión, que fue significativamente más corto en los pacientes tratados con diclofenaco en comparación a los tratados con placebo (p<0,0001). El nivel de recuperación de los pacientes tratados con el parche con diclofenaco fue del 73,3% al séptimo día; muy superior al 6,7% de los pacientes del grupo placebo (prueba de log-rank: dos colas p<0,0001). Por otro lado, el parche de diclofenaco fue bien tolerado. Los efectos adversos observados con mayor frecuencia fueron reacciones cutáneas locales (prurito, rash) de severidad menor, y ocurrieron con la misma frecuencia en el grupo placebo.

Los autores concluyeron que el parche de diclofenaco es efectivo y seguro para el tratamiento de lesiones agudas contundentes; complementa las posibilidades terapéuticas para el manejo del dolor causado por lesiones deportivas o de impacto; y podría estar indicado en situaciones con mecanismos patológicos similares como el dolor provocado por las contracturas musculares.

aSPECTOS Y CONTROVERSIAS FARMACOCINÉTICAS



Rusca y colaboradores realizaron un estudio randomizado sistemático, prospectivo, abierto y cruzado, cuyo objetivo fue el de comparar la biodisponibilidad de dos formulaciones que contienen diclofenaco. El estudio farmacocinético comparó en voluntarios sanos, el parche tópico de diclofenaco epolamina versus el comprimido de diclofenaco sódico con cubierta entérica. Se incluyeron 24 pacientes cuya piel debía estar sana en la zona de aplicación del parche. A los sujetos se les aplicó un parche cada 12 horas durante 4 días consecutivos; 12 individuos también recibieron una única dosis de 50 mg de diclofenaco sódico por vía oral. Se recolectó sangre en diferentes tiempos tras la administración para determinar los niveles plasmáticos de diclofenaco. Todos los pacientes eran caucásicos, con una media de edad de 24,1 años y ambos sexos estaban representados por igual.

Los autores encontraron una Cmáx media de 1,7 ± 0,9 ng/mL en los sujetos expuestos al parche de diclofenaco (en niveles estables) contra 1214 ± 750 ng/mL en los que recibieron diclofenaco por vía oral. El área bajo la curva de la concentración plasmática en el intervalo entre 0 y 12 horas fue de 15,2 ± 6,9 ng*h/ml para el parche de diclofenaco y 1754 ± 1060 ng*h/ml para el diclofenaco sódico oral. El porcentaje relativo de la biodisponibilidad ajustada por la dosis de diclofenaco tras el tratamiento con el parche de diclofenaco versus el diclofenaco oral fue de 0,7 ± 0,4 (es decir, <1%). La exposición sistémica a diclofenaco con el uso del parche de diclofenaco en niveles estables (cada 12 horas, durante 4 días) fue >99% menos que una sola dosis de 50 mg de diclofenaco oral.

EVIDENCIA EN TORNO A LA UTILIDAD DEL DICLOFENACO TRANSDERMICO EN LA OSTEOARTRITIS



Según los resultados in vitro del trabajo realizado por Chan y colaboradores, el efecto terapéutico del diclofenaco depende de las concentraciones totales del mismo en los tejidos y fundamentalmente de la proporción no ligada a proteínas plasmáticas. Un estudio realizado por Radermacher y col demostró que las concentraciones de diclofenaco en líquido sinovial eran significativamente mayores en pacientes sometidos a tratamientos tópicos con diclofenaco en gel a nivel de la rodilla. Sus hallazgos demostraron también control de los síntomas y mejoría de la funcionalidad comparada con placebo. Curiosamente, la proporción de diclofenaco libre en el líquido sinovial era baja. Estos hallazgos pusieron en duda la utilidad de la administración de diclofenaco tópico en el manejo de la osteoartritis de rodilla. Un estudio más reciente, realizado por Tugwell y colaboradores se planteó nuevamente el uso de este AINE administrado transcutáneamente en pacientes con osteoartrosis de rodilla. El estudio incluyó pacientes tratados con diclofenaco transdérmico y oral quienes fueron aleatorizados a uno de los dos brazos de tratamiento con su correspondiente placebo. Las variables principales valoradas fueron las relacionadas con la funcionalidad y el dolor. Para ello se utilizó la puntuación WOMAC. Los resultados demostraron la equivalencia entre la administración oral y tópica del fármaco con una significativa reducción en los eventos adversos gastrointestinales, alteraciones analíticas y un mínimo incremento de los eventos adversos locales menores. Este estudio mereció posteriormente un editorial en la revista Journal of Rheumatology en el que se reconocía el impecable desarrollo del trabajo y la contundencia de sus resultados dejando así abierta la oportunidad del uso del diclofenaco transdérmico en el manejo de la osteoartrosis.

Los resultados de Radermacher y Tugwell parecen contradecir los resultados in vitro de Chan y podrían indicar que la actividad farmacológica del diclofenaco, al menos en líquido sinovial no depende fundamentalmente de sus concentraciones libres de proteínas sino de otras propiedades farmacocinéticas.

UTILIDAD DEL DICLOFENACO TOPICO EN EL POSTOPERATORIO TRAUMATOLOGICO ELECTIVO DE HOMBRO


La cirugía mayor de hombro es actualmente un procedimiento ambulatorio debido a las técnicas mínimamente invasivas y al uso de anestesia local o regional. Sin embargo, una vez que el efecto anestésico se pierde, la intensidad del dolor puede condicionar el alta hospitalaria o al menos representar un problema significativo para el paciente. El uso de cargas analgésicas y anti inflamatorias parenterales de forma profiláctica disminuyen el dolor pero el mantenimiento terapéutico exige posteriormente una adherencia apropiada y una respuesta individual suficiente.



Se ha demostrado que los parches de diclofenaco hidroxietilpirolidina reducen el dolor e inflamación en el tratamiento directo de inflamaciones agudas y crónicas.Estos parches también son beneficiosos para cirugías ambulatorias, reduciendo los requerimientos anestésicos y las estancias hospitalarias aunque cabe destacar que esta forma de presentación libera diclofenaco que es posteriormente detectable a niveles terapéuticos en plasma de forma estable por periodos de 12 a 24 horas. No obstante pese a ello, la tasa de eventos adversos gastrointestinales es significativamente menor a la obtenida por fármacos de administración oral.



Funk y colaboradores evaluaron el efecto analgésico y la recuperación postoperatoria tras el tratamiento con este tipo de parches de diclofenaco en casos de cirugía artroscópica de hombro. Estos efectos se evaluaron en comparación a los obtenidos con el tratamiento con comprimidos de diclofenaco en el mismo tipo de pacientes. Un total de 31 individuos se sometieron a artroscopias de hombro en un periodo de 6 meses. Los pacientes fueron aleatorizados en 2 grupos: El grupo 1 (17 pacientes) recibió comprimidos de diclofenaco más paracetamol y codeína; y el grupo 2 (14 pacientes) recibió parches de diclofenaco más paracetamol y codeína. Todos los pacientes también recibieron una única inyección local interescalena con levobupivacaína, paracetamol endovenoso intraoperatorio y terapia con compresas frías. Los parches se cambiaron transcurridas 12 horas desde su aplicación y se continuaron aplicando durante las 48 horas posteriores a la cirugía, en el menor de los casos.



No hubo diferencias estadísticamente significativas entre los perfiles epidemiológicos de los pacientes, el tiempo operatorio o el tiempo de estancia hospitalaria. La puntuación media del dolor (Escala EVA 0-5) a las 48 h postoperatorias fue de 1,7 en el grupo 1 y 1,1 en el grupo 2 (p=0,031). Un paciente de cada grupo requirió de analgesia adicional en forma de tramadol. No se observaron efectos secundarios con los comprimidos ni con los parches de diclofenaco. Los autores concluyen que los parches de diclofenaco proporcionan un alivio del dolor significativamente mayor en comparación con los comprimidos de diclofenaco en el postoperatorio inmediato tras la cirugía artroscópica de hombro.



EFICACIA DEL DICLOFENACO EN ESGUINCES MENORES

Lionberger y colaboradores llevaron a cabo un estudio con el fin de evaluar la eficacia y seguridad del parche de diclofenaco epolamina para el tratamiento de esguinces agudos menores. Se trata de un estudio multicéntrico, aleatorizado y controlado con placebo que incluyó a 134 pacientes adultos con dolor agudo en el tobillo causado por un esguince menor producido menos de 48 horas antes del ingreso del paciente en el estudio. Los pacientes fueron tratados con un parche de diclofenaco o un parche de placebo diario durante siete días. La intensidad del dolor fue evaluada durante las primeras seis horas después de la aplicación del parche, y posteriormente en los días 1, 2, 3 y 7.



En este trabajo, la formulación del parche utilizado fue la de diclofenaco epolamina. Esta forma de presentación produce elevaciones de la concentración de diclofenaco en plasma significativamente menores que las que produce la formulación oral o la hidroxietilpirolidina. No obstante ello, la mayor concentración del fármaco se encuentra precisamente en la zona relacionada con el punto de aplicación.



Los pacientes de ambos grupos demostraron un descenso importante de los valores medios en la escala visual analógica a lo largo del tiempo; sin embargo, los pacientes tratados con el parche de diclofenaco experimentaron una reducción de 66,9 en el día 0 a 10,5 en el día 7, siendo esta disminución significativamente mayor en comparación al placebo, que descendió de 70,0 en el día 0 a 18,4 en el día 7 (p=0,0008). Análisis adicionales revelaron que el descenso medio en la escala visual analógica, medido 4 horas después de la primera aplicación, fue 2 veces mayor en los pacientes del grupo con el parche de diclofenaco que en aquellos del grupo placebo (p=0,02). La diferencia en el cambio relativo fue significativamente mayor para el grupo tratado con el parche de diclofenaco en cada uno de los tiempos de tratamiento analizados, con excepción del día 1 a las 8 de la mañana.



El parche de diclofenaco fue bien tolerado y comparable con el placebo en términos de seguridad. Los autores concluyen que este estudio evidenció la eficacia analgésica del parche de diclofenaco en comparación con el placebo en lesiones deportivas leves con un inicio de su acción a las cuatro horas, manteniendo un alivio del dolor superior al del placebo durante todo el tratamiento.

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