viernes, 25 de enero de 2013

Puesta al día en terapéutica de la Artritis Idiopática Juvenil: Eficacia y seguridad del Canakinumab y Tocilizumab



La presente revisión es una gentil colaboración de las Dras. Cristina Macía y MariLuz Gamir Gamir, de la Unidad de Reumatología Infantil y del Adolescente del Hospital Universitario Ramón y Cajal (Madrid).

La artritis idiopática juvenil sistémica (AIJs) es la categoría clínica más grave de este grupo de enfermedades reumatológicas pediátricas. Cursa de forma característica con artritis, fiebre en picos, rash asalmonado (coincidente y exacerbado durante los picos de fiebre), hepatoesplenomegalia, adenopatías, serositis y aumento de reactantes de fase aguda. Su complicación más preocupante y de riesgo vital es el síndrome de activación macrofágica (SAM). Es la verdadera enfermedad de Still, que a partir de los 16 años pasa a ser conocida como enfermedad de Still del adulto. El tratamiento se ha basado históricamente en AINEs, corticoides y Metotrexato, con limitada respuesta. En los últimos años, al haberse estudiado más a fondo la implicación inmune del cuadro, se ha descubierto que la inmunidad innata tiene un importante papel, e incluso se ha considerado que pueda ser un síndrome autoinflamatorio. La participación de las interleukinas 1 y 6 ha cobrado protagonismo, y por tanto las terapias biológicas que se dirigen contra estas dianas (Anakinra anti IL-1, Canakinumab anti IL-1 beta, Tocilizumab anti IL-6).



En el número de Diciembre de 2012 de la prestigiosa revista New England Journal of Medicine han sido publicados dos ensayos clínico y una editorial de gran impacto y relevancia en este campo. En ellos se evalúa la eficacia y seguridad del tratamiento de la AIJs con Canakinumab y Tocilizumab en sendos ensayos clínicos multicéntricos. La importancia de estos estudios no es sólo el resultado, sino tener en cuenta la dificultad de encontrar series de este tamaño en niños con una patología grave, y el componente ético del uso de placebo (aún estando exhaustivamente regulado).



El primer ensayo, de Nicola Ruperto y colaboradores, parte de 84 niños de 63 centros de entre 2-19 años con AIJs activa (fiebre, al menos artritis de 2 localizaciones y aumento de PCR) con una media de enfermedad de 2 años, en su mayoría con uso previo de otros fármacos (Anakinra, Tocilizumab, anti TNF). Se divide en dos subestudios:


  • Trial 1. Durante 29 días y con el objetivo primario de obtener una respuesta ACRp30, dividen a los niños en dos grupos: 43 reciben Canakinumab y 41 placebo. En caso de obtener la respuesta ACRp30 al día 15, los pacientes pasan directamente a la segunda fase (y esto lo consigue el 84% del grupo Canakinumab). 
  • Trial 2. A su vez dividido en dos:
  1. Fase abierta. 177 pacientes  reciben Canakinumab. El objetivo es comprobar si se consigue descenso de corticoides, y lo consigue el 56%.
  2. Fase de retirada. 100 pacientes (los estables en respuesta ACRp30 y sin corticoides o en dosis reducida estable) son aleatorizados a continuar con Canakinumab (50 niños) o a sustituirlo por placebo (50 niños). En caso de brote en el grupo placebo, automáticamente se pasa al grupo Canakinumab. El objetivo es comprobar el tiempo que transcurre hasta que se produce un brote (fiebre de al menos 2 días y empeoramiento de al menos el 30% en un mínimo de 3 de las 6 variables de ACRp30). En el grupo con Canakinumab, el 74% no brotan (frente al 24% del grupo placebo) y un 62% pasan a fase inactiva (frente al 34% del grupo placebo).

Como reacciones adversas, no hay ningún caso que suponga retirada del estudio, hubo 7 infecciones no oportunistas, 7 casos de SAM (5 en el grupo Canakinumab y 2 en placebo) y 4 muertes (2 durante el estudio por SAM, y 2 más tras el estudio por “efecto terapéutico insatisfactorio” y meningitis). El estudio concluye que se demuestra la eficacia del Canakinumab en la AIJ sistémica con sintomatología predominante sistémica.



El segundo estudio, firmado por Fabrizio De Benedetti y colaboradores, parte de 112 niños incluidos desde 43 centros, de entre 2-17 años, con AIJs activa (en base a artritis de al menos 5 localizaciones, o al menos 2 que además tengan fiebre), con una media de enfermedad de 5 años, la mayoría habiendo recibido previamente FAMEs, Anakinra y anti TNF. Se divide en dos fases: 

  1. Hasta la semana 12 el objetivo es valorar la desaparición de la fiebre (si la había) o la no aparición de esta, y conseguir una respuesta ACRp30. La muestra se aleatoriza en un grupo con Tocilizumab (75 niños) y otro placebo (37 niños). El objetivo lo consigue el 85% del primer grupo frente al 24% del segundo (en el que además el 54% al no responder pasan precoz y directamente a la segunda fase).
  2. Fase abierta. Todos los niños reciben Tocilizumab. Seguimiento durante 5 años.

El grupo de Tocilizumab no sólo consigue el objetivo primario en mayor porcentaje de casos que el placebo, sino también respuestas ACRp70 y 90, y mejora más los síntomas sistémicos y alteraciones analíticas (anemia, trombocitosis, aumento de reactantes). Como reacciones adversas, en 6 casos obligaron a retirar el tratamiento con Tocilizumab. Hubo 3 casos de SAM, 6 muertes (neumotórax a tensión, accidente, sepsis, HT pulmonar en dos casos y SAM), casos de neutropenia grave con 7 infecciones e hipertransaminasemia.

El estudio concluye que Tocilizumab es eficaz para la AIJ sistémica, pero remarca la importancia de eventos adversos como infecciones, neutropenia y aumento de transaminasas.



Ambos estudios son semejantes en cuanto al objetivo primario (alcanzar una respuesta ACRp30), el seguimiento (artritis, rango de movilidad, VAS global del médico, VAS global del paciente/padres, CHAQ-DI, VSG en el caso del Tocilizumab y PCR en Canakinumab), y en cuanto a los resultados (consiguen el objetivo primario muy rápido, siempre antes que el grupo placebo, y consiguen reducir la pauta de corticoides).



La principal diferencia la encontramos en las reacciones adversas, que parecen más frecuentes con Tocilizumab que con Canakinumab, aunque siempre teniendo en cuenta que son niños en un estadio avanzado de la enfermedad, con posibles complicaciones secundarias, y que han pasado por numerosos FAMEs y biológicos previamente. Otra diferencia es que en el estudio con Tocilizumab la fiebre no es un criterio de inclusión obligatorio.



La editorial, firmada por C. Sandborg y E. Mellins, remarca la importancia de los resultados en cuanto a magnitud y tiempo de respuesta, sin desmarcarse por uno u otro tratamiento. Estos artículos suponen la confirmación de nuevas dianas de actuación en niños con AIJ sistémica, lo que supone un antes y un después en esta enfermedad.

Bibliografía



  • Ruperto N, Brunner HI, Quartier P, et al. Two randomized trials of canakinumab in systemic juvenile idiopathic arthritis. N Engl J Med 2012;367:2396-2406
  • De Benedetti F, Brunner HI, Ruperto N, et al. Randomized trial of tocilizumab in systemic juvenile idiopathic arthritis. N Engl J Med 2012;367:2385-2395
  • Christy Sandborg, M.D., and Elizabeth D. Mellins, M.D. A new era in the treatment of systemic juvenile idiopathic arthritis. N Engl J Med 2012; 367:2439-2440








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