martes, 13 de noviembre de 2012

Tema de revisión: La enfermedad pulmonar intersticial en el Síndrome de Sjögren



El síndrome de Sjögren, tanto primario como secundario se puede manifestar a nivel respiratorio de múltiples formas, afectando su práctica totalidad o de forma parcheada. Además, la afectación respiratoria puede ser meramente por la desecación secundaria al compromiso exocrino o deberse a distintos grados de infiltración inflamatoria linfocitaria o neutrofílica siendo esta última de peor pronóstico.
La enfermedad respiratoria en pacientes con Sjögren puede estratificarse según la región afectada: Vía respirartoria, enfermedad pulmonar intersticial y enfermedad alveolar. La vía respiratoria se puede ver afectada por un cuadro obstructivo y por la propia desecación traqueobronquial. La enfermedad intersticial pulmonar tiene múltiples formas de presentación aunque destacan la fibrosis intersticial y la pneumonitis intersticial linfocítica. En cuanto a la enfermedad alveolar, la intercurrencia respiratoria más prevalente es la alveolitos linfocítica.
El Sjögren también puede producir engrosamiento pleural, pleuritis y derrame pleural y se han descrito casos de hipertensión pulmonar como dato anecdótico.

La prevalencia de manifestaciones respiratorias en la enfermedad de Sjögren es extremadamente variable existiendo reportes que la situan en el 9% y otros en los que se contabiliza hasta en el 90% dependiendo entre otras cosas de los protocolos de screening que se sigan, si la sequedad de mucosas se acepta como manifestación respiratoria y de la naturaleza primaria o secundaria del síndrome.

La enfermedad pulmonar intersticial no es especialmente infrecuente en el Sjögren primario. De acuerdo con los resultados de Oxholm et at y Papathananasiou et al, los pacientes con Sjögren con escasa manifestación glandular (Sjögren extraglandular) son los más propensos a presentar este tipo de manifestación. Considerando únicamente esta forma de presentación del compromiso respirartorio, la prevalencia se sitúa entre el 8 y el 38%.

Existen distintas formas de manifestación pulmonar del Sjögren que van desde la alveolitis subclínica hasta la fibrosis pulmonar y el patrón en panal de abejas. La forma de presentación más frecuente es la neumonitis intersticial linfocítica (NIL). La NIL, a su vez, puede verse en la radiografía de tórax como un patrón infiltrado intersticial difuso o retículonodular que incluso puede alcanzar el aspecto de panalización. De forma excepcional se han descrito BOOP (neumonía organizada y bronquiolitis obliterante) y NIU (neumonitis intersticial usual).
El síntoma más frecuente es la tos seca (cuando predomina el compromiso de la vía) y la disnea de esfuerzo (cuando se afecta el aparato intercambiador). En la exploración física puede existir desaturación de esfuerzo y crepitantes finos difusos o basales. La cianosis y taquipnea en reposo son excepcionales. En las pruebas de función respiratoria destaca la disminución de la capacidad vital forzada (CVF) y de la capacidad de difusión (DLCO) aunque se reconoce que las pruebas de función respiratoria no son lo sufientemente sensibles.
El uso de la gammagrafía con Galio-67 que ha demostrado una fuerte asociación con el lavado bronquioloalveolar (LBA) y con la biopsia en el diagnóstico de alveolitis. Adicionalmente, Deheinzelin et al demostraron que el Galio-67 fue capaz de establecer el diagóstico de alveolitis incluso en pacientes sin síntomas respiratorios lo cual coloca a la gammagrafía entre las pruebas más útiles en el diagnóstico precoz, incluso de la enfermedad subclínica.

Dado que se acepta que la alveolitis en la lesión precursora de la enfermedad pulmonar intersticial (EPI) en el Sjögren así como en otras enfermedades inflamatorias, el LBA es la técnica más extendida en el estudio de esta manifestación.  

La alveolitis linfocítica, hallazgo altamente prevalente en los pacientes con EPI puede encontrarse hasta en la mitad de los pacientes con Sjögren primario incluso en pacientes en los que la sintomatología respiratoria aún no se ha manifestado tal y como lo han demostrado Hatron et al y Dalavanga et al. En la actualidad no se conoce a ciencia cierta si el perfil del LBA tiene algún significado pronóstico. Existe la impresión, no obstante ello, de que el predominio de infiltrado linfocítico está asociado con un mejor pronóstico aunque su mayor prevalencia respecto del resto de perfiles hace que esta apreciación requiera un análisis particularizado.

En cuanto al tratamiento de las manifestaciones pulmonares, tanto la NIL y la BOOP responden adecuadamente a corticoides y terapias inmunosupresoras aunque no se disponen de estudios controlados que demuestren estos beneficios. El uso de azatioprina a razón de 1 a 3 mg/Kg/día con o sin Prednisona 1mg/Kg/día (durante 8 semanas seguido de una escala descendente rápida) produjo una mejoría de la clínica respiratoria y recuperación de más del 10% de la CVF en más del 70% de los pacientes tratados de acuerdo con los resultados de Deheinzelin y colaboradres en una serie de casos publicada en 1996. La historia natural de la EPI en el Sjögren ha sido estudiada escasamente. Se estima que el deterioro de la VEF1 a cuatro años, aunque mínimo es clínicamene significativo en alrededor de un 25% de los casos. Un deterioro más acelerado un peor pronóstico ha sido reportado en pacientes con LBA con predominio de neutrófilos según el reporte de casos realizado por Walleart y colaboradores.

 Referencias

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1 comentario:

  1. Estimados compañeros,
    En cuanto a la afectación pulmonar, existen varios estudios que demuestra que ésta es mayor a nivel bronquiolar que a nivel intersticial, contra todo lo que podríamos pensar.
    Taouli et al describió que la afectación de pequeña vía aérea fue el patrón radiológico predominante en más del 50 % de los pacientes con Sjogren primario. Cabe añadir que la evolución clínica en estos pacientes es mucho más larga que en los pacientes con FPI.
    La manifestación no obstante, más frecuente en el SS son las bronquiectasias.
    Es importante además, en este subgrupo de pacientes, recomendar las vacunaciones propias de pacientes con enfermedad respiratoria crónica

    Referencias:
    - Ramos-Casals M, Tzioufas AG, Font J. Primary
    Sjögren’s syndrome: new clinical and therapeutic
    concepts.Ann Rheum Dis. 2005;64(3):347-354
    - Síndrome de Sjögren. Guías de Práctica Clínica del Grupo de Trabajo en Síndrome de
    Sjögren-GEAS. 2009

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